5/2/13

El jurado suprime al único sujeto del proceso que garantiza un juzgamiento de calidad

Por Argentina sin Juicios por Jurado

Se expulsa a los jueces del proceso penal,
que son los únicos que garantizan la calidad del juzgamiento

Lo más importante del proceso penal es obtener un juzgamiento de calidad, de modo de garantizar al máximo que el imputado inocente siempre sea absuelto, y el imputado culpable, además de ser condenado, lo sea exactamente en la medida de su delito.

El juzgamiento penal es una labor mucho más compleja de lo que las personas creen. Se requieren conocimientos profundos, principalmente sobre teoría general y especial del delito, pero también sobre lógica inductiva y deductiva, y sobre psicología, psiquiatría, criminología, entre otras materias.

El avance de la civilización exige que la tarea de juzgar sea puesta en manos de personas expertas, experimentadas y equilibradas, y no que quede librada al arbitrio de personas surgidas de un sorteo y cuyas aptitudes apenas si son indagadas por las partes y sólo a los fines de procurarse para sí un veredicto favorable.

Si la humanidad pretende transitar por la senda de la civilización, es fundamental escoger adecuadamente a los jueces y no dejar el juzgamiento en manos del azar. Esto obliga a reseñar la enorme diferencia entre la elección de los jueces y la selección de los jurados.

Los jueces son elegidos conforme sus capacidades intelectuales, morales y psicológicas, y por representantes del pueblo que no tienen ningún interés actual en los futuros procesos que se habrán de dirimir.

Esto contrasta con la selección del jurado, en la que lo importante es sólo la predisposición de sus miembros a fallar como lo quieren las partes. Quienes seleccionan al jurado (el fiscal y el defensor) no tienen ningún interés en que se realice un juzgamiento imparcial.


Las defensa y la fiscalía no precisan un juzgamiento de calidad, sino un veredicto que les permita ganar el caso. Tampoco el jurado, que es seleccionado por las partes, garantiza ningún juzgamiento de calidad: se trata de personas inexpertas y cuyas aptitudes intelectuales, morales y psicológicas son un misterio. Es el juez o tribunal el único sujeto del proceso penal que en la actualidad cumple con la imprescindible tarea de velar por que se procure justicia a través de un juzgamiento lógico, razonado e imparcial.


Es aquí donde se pone de evidencia lo nocivo del juicio por jurados. Con el juicio por jurados se le quita a los jueces la facultad de juzgar y, con ello, se suprime del proceso penal al único sujeto del proceso que cuenta con los recursos y aptitudes necesarias para garantizar un juzgamiento de calidad


Si reflexionamos sobre la verdadera finalidad del proceso penal, llegaremos a la conclusión de que el juzgamiento no debe ser un "concurso" o "contienda" entre partes para ver quién obtiene un fallo favorable a su pretensión, sino que debe ser un procedimiento a través del cual se arribe a la justicia del caso.

La eliminación del juez en la tarea de juzgar, a la vez que suprime toda chace de un juzgamiento de calidad, pone en evidencia que a los "juradistas" no les importa nada la justicia del fallo. Lo que les impulsa es una suerte de "populismo judicial" que propone una vuelta al oscurantismo, ya que pone a juzgar a personas ignorantes de la ciencia penal.

En cambio, quienes se oponen al juicio por jurados y proponen la actuación de jueces expertos y experimentados, democráticamente elegidos por sus aptitudes personales, ante todo aspiran a que tanto el imputado como la víctima obtengan justicia al final del proceso.

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